TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR. RAFAEL SANZIO.

LA DIVINIDAD DE JESÚS EN EL NUEVO TESTAMENTO.

La divinidad  de Jesús quedó dogmáticamente afirmada en el primer Concilio de Nicea, inaugurado por el Emperador Constantino el 20 de mayo del año 325. Asistieron al mismo unas trescientas personas entre obispos, presbíteros y diáconos , quienes como resultado del mismo elaboraron un documento, el Símbolo Niceno, que comienza así: “Creemos en un Dios , Padre todo poderoso, hacedor de todas las cosas; y en un Señor Jesucristo, el Hijo de Dios, Unigénito engendrado del Padre, es decir, de la sustancia del Padre, Dios de Dios, luz de luz, Dios verdadero, de Dios verdadero, engendrado, que no hecho, consustancial al Padre, por quien todo fue hecho, lo que está en el cielo y lo que está en la tierra;…”

            Tras la formulación dogmática de Nicea  la divinidad de Jesús quedó asentada en la Iglesia católica como una de las verdades fundamentales de su credo: Jesucristo es verdadero Dios.

            A tal formulación se llegó después de no pocas polémicas en las que Arrio  fue el estandarte de la negación de la divinidad de Cristo. Entre las razones por él y sus partidarios esgrimida está la de que en el Nuevo Testamento no aparece tal verdad: no hay ninguna afirmación clara de que Jesús fuera considerado como Dios, igual al Padre, sino más bien todo lo contrario, el Antiguo Testamento  de manera rotunda proclama  la unicidad de , un Dios único, principio y fin de todas las cosas de quien procede todo y a quien está subordinado todo, aún el mismo Jesús, esta misma es la línea que se sigue en el Nuevo Testamento.

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    JESÚS Y LOS DISCÍPULOS DE EMAÚS. CARAVAGGIO       

En nuestro Tema de hoy, después de echar una ojeada por los libros del Nuevo Testamento vamos, a limitarnos a transcribir  literalmente algunos textos en los que la Divinidad de Jesús aparece afirmada claramente tal como es proclamada por la Iglesia.

            Omitiremos  todos aquellos textos de los que se deduce la divinidad de Cristo, pero ésta no es afirmada de manera directa, a través  de un juicio expreso o equivalente en el que se diga Jesucristo es Dios, atribuyendo al sujeto Jesucristo, el predicado Dios.

            Entre  los textos que excluimos están,  en primer lugar, todos aquellos que proclaman a Jesucristo como Señor. El título Jesucristo es Señor aparece en San Pablo 44 veces y la palabra Xristó la emplea San Pablo, sin artículo, como un nombre propio, alrededor de 94 veces y es sinónimo de Jesucristo, de Señor:” Si confiesas con tu boca que Jesús es Señor,…te salvarás”(  Rom. 10,9).

 HIJO DE DIOS…

            Otro de los títulos que se atribuyen de forma unánime a Jesús, es el de Hijo de Dios, el texto de la Anunciación muestra una gran riqueza en los títulos dados a Jesús que tendrá por Padre a Dios al ser concebido por obra del Espíritu Santo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.» María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?» El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios”

            En no pocos casos  Jesús no sólo es llamado Hijo de Dios sino el Unigénito, es decir el único hijo de Dios fuera del cual a nadie más se le puede atribuir tal título: en la humanidad de Jesús, vida y resurrección “hemos visto su gloria, gloria como del Hijo  Unigénito del Padre” dice San Juan 1, 14. Los judíos le critican que  se denomine a sí mismo Hijo de Dios: pues” llamaba a Dios Padre suyo haciéndose igual a Dios” (Jn 5,18.) 

            El tercer título del que prescindiremos es el de Salvador: “A  éste lo exaltó Dios a su derecha, como Príncipe y Salvador, para otorgar a Israel la conversión de los pecados” (Act. 5,31).

            Tampoco argumentaremos partiendo del título de Redentor” que nos ama y nos ha lavado de nuestros pecados por su sangre” Ap1,5; similar en su contenido a la afirmación  que criticaban a Jesús  al decir  al paralítico “ perdonados son tus pecados” “ ¿ pero quien puede perdonar los pecados sino Dios? ( Mt. 9,6)

     Y ENTONCES VERÁN AL HIJO DEL HOMBRE , QUE VENDRÁ EN LAS NUBES…       

No arguiremos partiendo del título Hijo del Hombre que el mismo Cristo parece se atribuyó queriendo con ello designar que es Juez Escatológico: “Y entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con mucho poder y gloria”( Mc. 13,26)

            De blasfemia calificó el sumo sacerdote la respuesta que le dio Jesús a su pregunta ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito? Y Jesús le dijo: Yo Soy, y veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra de la potencia de Dios y viniendo sobre las nubes del cielo” ( Mc. 14,61-62)

            Finalmente dejaremos de lado  el texto tan rico en contenido de Mateo, en el que  el Ángel del Señor dijo a José: José,  hijo de David, no temas de recibir a María tu mujer, porque lo que en  ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y parirá un hijo y le pondrás por  nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo  que fue dicho por el Señor  al profeta: He aquí que la virgen concebirá y parirá un hijo, a quien llamarás Enmanuel, que significa Dios con nosotros”

            ¿Textos aún más explícitos que estos? Por ejemplo el del prólogo del evangelio de San Juan: “En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios…y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos visto su gloria, gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.(Juan. 1, 1-18).

            También del mismo evangelio podemos destacar todos aquellos textos en los que Jesús se declara identificado con su Padre: “Si me conocieseis, también conoceríais a mi Padre: y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. Dícele  Felipe: Señor, muéstranos al Padre Creedme yo soy en el Padrey nos basta. Jesús le dice ¿tanto tiempo ha que estoy con vosotros y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto, ha visto al Padre…, y el Padre en mí” (Juan 14,7-12) «Todo el que niega al Hijo tampoco posee al Padre.”Quien confiesa al Hijo posee también al Padre» 1º Joh)

            En la misma línea de San Juan nos dice San Pablo:…”todo fue creado por El y para El; y existe con anterioridad a todo…pues en El reside la plenitud de la divinidad corporalmente” (Col, 1-15-18)

LA DUDA DE TOMÁS. CLAUSTRO MONASTERIO DE SILOS.   ESPAÑA.

El Apóstol Santo Tomás llamó a Jesús : «Señor mío y Dios mío»

            Y en el libro del Apocalipsis se pone en la misma dimensión al Cordero y a Dios, identificando sus atributos:Digno es el Cordero inmolado de tomar el poder y riquezas y sabiduría y fortaleza y honra y gloria y alabanza…Al que está sentado en el trono y al Cordero, sea la bendición y la honra, y la gloria y el poder para siempre jamás” Apo-5,12-13)

            San Pablo nos habla de forma expresa de la divinidad de Jesús en Filipenses, cuando nos dice: “Cristo a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterrse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobretodo y le concedió elNombre-sobre todo-Nombre, de modo que al Nombre de Jesús toda rodilla se doble, en el cielo, en la tierra, en el abismo y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor para gloria de Dios Padre» (Flp. 2, 6-11)

Es San Pablo quien de nuevo afirma que Jesús es la imagen visible, del Dios invisible: Damos gracias al Padre que nos hizo capaces de  participar de la suerte de los santos en luz: Que nos ha librado del poder de las tinieblas y trasladado al reino de su amado Hijo; en el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de los pecados: El cual es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda criatura. Porque por él fueron creadas todas las cosas en los cielos, en la tierra, visibles e invisibles; tronos, dominaciones, principados; todo fue creado por él y para él” (Col. 1,12-16).

            También san Pablo nos presenta a Cristo como la sabiduría y fuerza de Dios, que «fuerza y sabiduría de Dios»; puede decir “que Cristo se ha convertido para nosotros en «sabiduría de origen divino, justicia, santificación y redención» (1 Co 1, 24.30). De la misma forma, san Pablo aclara que Cristo, al igual que la Sabiduría, puede ser rechazado sobre todo por los dominadores de este mundo (cf. 1 Co 2, 6-9),

            La naturaleza divina de Jesús es afirmada llamándole directamente Dios:

 “ Porque la gracia de Dios que trae la salvación a todos los hombres, se manifestó, enseñándonos a renunciar a la impiedad y deseos mundanos…esperando la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo ( Tit. 2,11-13)

            Esta misma denominación se repite en la carta a los Romanos: “ Porque desearìa yo mismo ser apartado de Cristo por mis hermanos los que son mis parientes según la carne; que son los israelitas, de quienes son los padres y de los cuales es Cristo, según la carne, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amen. ( Rom. 9,5).

 ICONO   SANTISIMA    TRINIDAD.

Finalmente la fórmula bautismal que recoge S. Mateo” Por tanto, id y predicad a toda criatura, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Enseñándoles a guardar todas las cosas que os he mandado: y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días,, hasta el fin del mundo.(Mt. 17,19-20) consagra el misterio de la trinidad proclamando la existencia de un solo Dios y tres personas distintas.

Terminamos el Tema advirtiendo que en el Antiguo Testamento no se encuentra ninguna realidad, ni angélica ni humana  a la que se hayan atribuido el conjunto de títulos dados por el Nuevo a Jesucristo, algo que debió costar a quienes se los atribuyeron  supuesto el cerrado monoteismo  del pueblo de Israel de no haber tenido esta fe en Jesucristo difícilmente se los habrían aplicado. Tal dificultad es a su vez, signo de su historicidad.

 PREGUNTAS PARA EL DIÁLOGO.

 1.- En el Nuevo Testamento hay bastantes textos en los que Jesús es calificado como inferior y dependiente del Padre. ¿Cómo se podrían compaginar tales textos con los  que afirman la divinidad de  Jesús?

2.- Actualmente hay teólogos que afirmando la divinidad de Jesús, sin embargo niegan que al  sujeto Jesucristo se le pueda atribuir el predicado Dios, haciendo el juicio: Jesucristo es Dios ¿Crees que la divinidad de Jesús puede explicarse de un modo distinto a como lo hizo el concilio de  Nicea ?

3.-  En qué orden, por su claridad e importancia, pondrías los textos aducidos en el Tema?

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