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Los desposorios de la Virgen - Rafael Sanzio - Historia Arte (HA!)

DETALLE DESPOSORIOS DE LA VIRGEN. RAFAEL.

EL MATRIMONIO  SEGÚN  LA RELIGIÓN CATÓLICA.

Estos son los puntos del tema:

 1.-Definición  del  matrimonio católico.

2.- Origen divino del matrimonio.

3.-El matrimonio y las  dificultades que lo amenazan.

4.-El matrimonio como sacramento.

5.-Efectos del  matrimonio en cuanto sacramento.

6.Características del matrimonio.

7.-De la atención pastoral a los matrimonios.

MATRIMONIO EN LA IGLESIA CATÓLICA: Definición, Requisitos, y Más

.-DEFINICIÓN  DEL MATRIMONIO CATÓLICO.

 El matrimonio cristiano es aquel sacramento por el cual dos personas de distinto sexo, hábiles para casarse, se unen por mutuo consentimiento en indisoluble comunidad de vida con el fin de engendrar y educar a la proley reciben gracia para cumplir los deberes especiales de su estado.

El Código de derecho define así el matrimonio católico:

1.- «La alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer constituyen entre sí un consorcio de toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de la prole,

2.-fue elevada por Cristo Nuestro Señor a la dignidad de sacramento entre bautizados» (CIC, can. 1055,1).

A través de los puntos siguientes iremos explicando los elementos que entran en estas definiciones.

 NO ES BUENO QUE EL HOMBRE ESTÉ SOLO.EZEQUIEL CANO. PARROQUIA DE MIGUELTURRA.

2.- ORIGEN DIVINO DEL MATRIMONIO.

 Dice a este respecto el Catecismo de la Iglesia católica:

  «El mismo Dios es el autor del matrimonio» (GS 48,1). La vocación al matrimonio se inscribe en la naturaleza misma del hombre y de la mujer, según salieron de la mano del Creador.

 El matrimonio no es una institución puramente humana a pesar de las numerosas variaciones que ha podido sufrir a lo largo de los siglos en las diferentes culturas, estructuras sociales y actitudes espirituales.

Estas diversidades no deben hacer olvidar sus rasgos comunes y permanentes. A pesar de que la dignidad de esta institución no se trasluzca siempre con la misma claridad (cf GS 47,2), existe en todas las culturas un cierto sentido de la grandeza de la unión matrimonial.

1604 Dios que ha creado al hombre por amor lo ha llamado también al amor, vocación fundamental e innata de todo ser humano. Porque el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios (Gn 1,2), que es Amor (cf 1 Jn 4,8.16).

Habiéndolos creado Dios hombre y mujer, el amor mutuo entre ellos se convierte en imagen del amor absoluto e indefectible con que Dios ama al hombre.

Este amor es bueno, muy bueno, a los ojos del Creador (cf Gn 1,31). Y este amor que Dios bendice es destinado a ser fecundo y a realizarse en la obra común del cuidado de la creación. «Y los bendijo Dios y les dijo: «Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sometedla'» (Gn 1,28).

1605 La Sagrada escritura afirma que el hombre y la mujer fueron creados el uno para el otro: «No es bueno que el hombre esté solo». La mujer, «carne de su carne», su igual, la criatura más semejante al hombre mismo, le es dada por Dios como un «auxilio», representando así a Dios que es nuestro «auxilio» (cf Sal 121,2). «Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne» (cf Gn 2,18-25). Que esto significa una unión indefectible de sus dos vidas, el Señor mismo lo muestra recordando cuál fue «en el principio», el plan del Creador: «De manera que ya no son dos sino una sola carne» (Mt 19,6).

EXPULSIÓN DEL PARAISO. ALBERTO CHAMIZO. PARROQUIA DE MIGUELTURRA. C. REAL. ESPAÑA.

 3.-EL MATRIMONIO Y LAS DIFICULTADES QUE LO AMENAZAN.

Dice a este respecto el catecismo de la Iglesia:

           Toda  persona , tanto en su entorno como en su propio corazón, vive la experiencia del mal. Esta experiencia se hace sentir también en las relaciones entre el hombre y la mujer.

            En todo tiempo, la unión del hombre y la mujer vive amenazada por la discordia, el espíritu de dominio, la infidelidad, los celos y conflictos que pueden conducir hasta el odio y la ruptura. Este desorden puede manifestarse de manera más o menos aguda, y puede ser más o menos superado, según las culturas, las épocas, los individuos, pero siempre aparece como algo de carácter universal.

1607 Según la fe, este desorden que constatamos dolorosamente, no se origina en la naturaleza del hombre y de la mujer, ni en la naturaleza de sus relaciones, sino en el pecado.

El primer pecado, ruptura con Dios, tiene como consecuencia primera la ruptura de la comunión original entre el hombre y la mujer.

Sus relaciones quedan distorsionadas por agravios recíprocos (cf Gn 3,12); su atractivo mutuo, don propio del creador (cf Gn 2,22), se cambia en relaciones de dominio y de concupiscencia (cf Gn 3,16b); la hermosa vocación del hombre y de la mujer de ser fecundos, de multiplicarse y someter la tierra (cf Gn 1,28) queda sometida a los dolores del parto y los esfuerzos de ganar el pan (cf Gn 3,16-19).

1608 Sin embargo, el orden de la Creación subsiste aunque gravemente perturbado. Para sanar las heridas del pecado, el hombre y la mujer necesitan la ayuda de la gracia que Dios, en su misericordia infinita, jamás les ha negado (cf Gn 3,21). Sin esta ayuda, el hombre y la mujer no pueden llegar a realizar la unión de sus vidas en orden a la cual Dios los creó «al comienzo«.

 SACRAMENTO DEL MATRIMONIO. MARCELO GRANDE. PARROQUIA DE LA ASUNCIÓN. MIGUELTURRA. C. REAL.

4.-EL MATRIMONIO ES UN  SACRAMENTO .

1613 En el umbral de su vida pública, Jesús realiza su primer signo -a petición de su Madre- con ocasión de un banquete de boda (cf Jn 2,1-11).

La Iglesia concede una gran importancia a la presencia de Jesús en las bodas de Caná. Ve en ella la confirmación de la bondad del matrimonio y el anuncio de que en adelante el matrimonio será un signo eficaz de la presencia de Cristo.  Es decir un sacramento.

En general se puede decir que un sacramento es un signo o símbolo de una cosa distinta de lo que él es. Así se puede decir, por ejemplo, que un semáforo en rojo es un signo  que indica prohibido pasar.

Signos de esta clase hay muchos, no son de carácter religioso.

En el orden religioso cristiano un   sacramento es  un  signo sensible instituido por Cristo, que simboliza y  comunica la gracia de Dios.

Aplicado al matrimonio Los elementos del sacramento del matrimonio son tres: ministro, sujeto y signo sensible.

            Ministro y sujeto: En el sacramento del matrimonio, los contrayentes son al mismo tiempo ministros y sujetos; el sacerdote interviene tan solo como testigo oficial de la Iglesia.  El consentimiento mutuo es lo que constituye el vínculo del sacramento.

             El signo sensible: Como ocurre en todo sacramento, comprende dos cosas: materia y forma. La materia remota del matrimonio son los cuerpos de los contrayentes, y la próxima, la donación y entrega  mutua  que los esposos hacen de sí mismos. La forma consiste en las palabras o señales con las que los contrayentes aceptan el hecho de dicha unión.

Estos elementos aparecen por ejemplo en el siguiente rito matrimonial:

            Novio: Yo, Francisco, te recibo a ti, Isabel , como esposa y me entrego a ti y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida.

            Novia: Yo, Isabel , te recibo a ti, Francisco, como esposo y me entrego a ti y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida.

            El carácter sacramental del matrimonio aparece en la Sagrada Escritura,     

«Es lo que el apóstol Pablo da a entender diciendo: «Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla» (Ef 5,25-26), y añadiendo enseguida: «`Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne’. Gran misterio es éste, y yo lo relaciono con el amor de Cristo a su Iglesia « (Ef 5,31-32).

1617 Toda la vida cristiana está marcada por el amor esponsal de Cristo y de la Iglesia. Ya el Bautismo, entrada en el Pueblo de Dios, es un misterio nupcial.

El Matrimonio cristiano viene a ser por su parte signo eficaz, sacramento de la alianza de Cristo y de la Iglesia. Puesto que es signo y comunicación de la gracia, el matrimonio entre bautizados es un verdadero sacramento de la Nueva Alianza (cf DS 1800; CIC, can. 1055,2).

TRÍPTICO DE LOS SIETE SACRAMENTOS.ROGER VAN DER WEYDEN.

5.-EFECTOS DEL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO.

  Anteriormente se ha dicho  que el matrimonio tiene dificultades que lo amenazan, el primer efecto del sacramento es recibir la gracia y ayuda de Dios para vencer esas amenazas y de forma positiva fortalecer el amor mutuo de los esposos  de forma que ese  amor se convierta en un medio de santificación de los mismos.

Además, como anteriormente se ha dicho, el amor conyugal  se convierte en un signo del amor que Cristo tiene a su Iglesia, del amor de Dios a los hombres, de tal forma que cuando los demás vean que los esposos se aman  con una entrega total  puedan desde ese amor ascender a comprender el amor de Dios a los hombres.

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6..- CARACTERÍSTICAS QUE HA DE TENER EL MATRIMONIO

Las propiedades del matrimonio son principalmente dos:

1.- Unidad, 2.- Indisolubilidad.

            Estas dos propiedades se derivan en cierto sentido de lo que se ha dicho anteriormente:

Si el matrimonio, o el amor conyugal, tal como lo concibe el catolicismo  es un signo del amor que Dios tiene a la humanidad, o que Cristo tiene a su Iglesia, hay que decir que para significar y en alguna medida, representar ese amor , no puede valer cualquier tipo o clase de amor conyugal,  como mínimo este amor ha de tener los caracteres de la exclusividad, pues Dios ama a cada persona con un amor personalizado y exclusivo, de forma que el amor con que Dios te ama a tí, no ama a ninguna otra persona, y por otro lado tal amor tiene que ser indisoluble, como es el amor de Dios: aunque una madre se olvide de su  hijo yo no me olvidaré de tí dice el Señor. Y en otros textos bíblicos habla del amor perpetuo de Dios a Israel aunque el mismo se haya prostituido como una ramera.

Jesús predica el mensaje del Reino — BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower

Las palabras de Jesús son taxativas en este aspecto :

Cuando Jesús dice: “lo que Dios ha unido que  no lo separe el hombre.” Los fariseos le preguntaron: ”¿Por qué, pues, mandó Moisés darle carta de divorcio y repudiarla?” Y Él les dijo: ”Por la dureza de vuestro corazón, Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; pero al principio no fue así. Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera.”  Sus discípulos al escuchar esto le dijeron a Jesús: «Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse.” (Mateo 19.8-10)

Las palabras de Jesús en las que dice: salvo por causa de fornicación, no son una excepción que permite el divorcio, sino algo que permite la separación de la mujer infiel, pues en  el texto estas palabras se ve que están claramente referidas al repudio, y no a la permisión de un nuevo matrimonio, pues: el que se casa con la repudiada, adultera.

De una forma muy sintética se puede decir  que el matrimonio, según lo entiende el catolicismo es la respuesta que los novios dan a esta pregunta :  ¿ Queréis que vuestro  mutuo amor sea un signo o símbolo del amor de Dios ? El si queremos añade una nota  nueva al amor de los esposos: la de ser un signo del amor de Dios.

Preparación para el Matrimonio - Pastoral Familiar

 7.- DE LA ATENCIÓN PASTORAL A LOS MATRIMONIOS.

Esto es algo de  lo que dice al respecto el Código de Derecho Canónico:

 1063 Los pastores de almas están obligados a procurar que la propia comunidad eclesiástica preste a los fieles asistencia para que el estado matrimonial se mantenga en el espíritu cristiano y progrese hacia la perfección. Ante todo, se ha de prestar esta asistencia:

            1 mediante la predicación, la catequesis acomodada a los menores, a los jóvenes y a los adultos, e incluso con los medios de comunicación social, de modo que los fieles adquieran formación sobre el significado del matrimonio cristiano y sobre la tarea de los cónyuges y padres cristianos;

            2 por la preparación personal para contraer matrimonio, por la cual los novios se dispongan para la santidad y las obligaciones de su nuevo estado;

            3 por una fructuosa celebración litúrgica del matrimonio, que ponga de manifiesto que los cónyuges se constituyen en signo del misterio de unidad y amor fecundo entre Cristo y la Iglesia y que participan de él;

            4 por la ayuda prestada a los casados, para que, manteniendo y defendiendo fielmente la alianza conyugal, lleguen a una vida cada vez más santa y más plena en el ámbito de la propia familia.

            Corresponde al Obispo u Ordinario del lugar cuidar de que se organice debidamente esa asistencia, oyendo también, si parece conveniente, a hombres y mujeres de experiencia y competencia probadas.

       1. Los católicos aún no confirmados deben recibir el sacramento de la confirmación antes de ser admitidos al matrimonio, si ello es posible sin dificultad grave.

       2. Para que reciban fructuosamente el sacramento del matrimonio, se recomienda encarecidamente que los contrayentes acudan a los sacramentos de la penitencia y de la santísima Eucaristía. 1066 Antes de que se celebre el matrimonio debe constar que nada se opone a su celebración válida y lícita.

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